JUVENIL: CAMARGO 19 - VALLE PIÉLAGOS 8
Horroroso encuentro el
disputado por el Valle de Piélagos en Camargo el sábado donde cayó de
manera contundente ante el BM Camargo. Sobretodo horroroso de cara a
portería consiguiendo solamente ocho goles en 60 minutos, tanto por
imprecisiones nuestras como por la impresionante actuación del portero
camargués que realizó un encuentro brillante.
En defensa las cosas, como
venimos repitiendo no se está haciendo nada mal, a los resultados nos
remitimos que estamos siempre rondando los 20 goles en contra y ese es
un buen número. Pero el handicap de nuestro equipo son la selección de
lanzamientos.
Camargo se llevó el encuentro de manera cómoda.
Reflexión personal
Pero ahora me toca hablar de la labor arbitral. Uno que escribe, Raúl Saiz,
el año pasado se ganó la fama entre todos los árbitros por sus
protestas y actitud en los encuentros (a los cuales puedo llegar a dar
la razón), por ello decidí volver a entrenar a pequeños y encargarme de
las labores de ayudante con el conjunto juvenil, para sentarme en el
banquillo y animar y aconsejar a Paco.
Lo malo de todo esto, es que me hace creer que no es solo culpa mía el
ponerme atacado con los árbitros, y lo digo con conocimiento de causa
después de lo vivido este fin de semana con un árbitro chulo, prepotente, que amenaza y que encima provoca.
El partido comenzó 25 minutos tarde por culpa del árbitro, ya que no llegó a la hora establecida ¡Pero eso no lo indica en el acta!. Si un equipo llega 10 minutos tarde a un encuentro se le da el partido perdido por 10 - 0 por incomparecencia.
Cuando llegó el colegiado se le recriminó con buenos modales que llevabamos casi una hora calentando, y su contestación fue: "Y a mí que cojones me importa. Vengo de pitar otro partido".
Se le reconoce que igual no es culpa suya y que entonces debería "pegar
un toque" a quien le designa arbitrar ese encuentro. Hasta ahí todo
correcto, pero ya nos había apuntado la matrícula por esa recriminación.
En los primeros minutos del partido mientras nuestro equipo estaba
defendiendo el colegiado no hacía más que mirarme con cara de a saber
qué cuando yo estaba tan rícamente sentado en mi banquillo sin decir
nada. Creo que un árbitro no debe ser parte del juego, si no un mero
juez, y como juez debe ser imparcial, cosa que el sábado pasado no lo
fue. Despropósito tras despropósito, Paco le recrimina una acción del
encuentro y el árbitro le amenaza (sobretodo con el tono de voz empleado
para decir las cosas). Paco le reprocha que no le tiene que permitir
que le amenace, la conversación se calienta y Paco le dice: ¡Vete a tomar por culo!. Todo correcto, roja y a la calle para Paco.
El despropósito viene al final de un encuentro después de acciones
absurdas y la chulería del árbitro. Cuando me dispongo a firmar el acta
leo antes el anexo y escribe que Paco ha sido expulsado por llamarle "Gilipollas" y por decirle "Ya nos veremos las caras en la calle tu y yo". Me quedo asombrado y le digo que está mintiendo en la redacción del acta, que yo estaba delante y no le dijo eso.
El dice que no se inventa las cosas (eres un mentiroso muchacho). Le
digo que no puede venir aquí y tomarnos la matrícula desde el primer
momento por recriminarle que ha llegado tarde, que no puede tener esa
chulería pitando. La conversación termina por parte del colegiado
diciéndome: "Toma el acta y vete que me estás tocando los coj..." sin terminar la frase porque le corto, acto seguido dice: "Porque te están esperando los chavales". Con las mismas, recojo el acta y me marcho pensando lo siguiente.
Si un entrenador insulta, amenaza, grita o lo que sea a un colegiado es
sancionado. Pero el árbitro tiene la sartén por el mango, tiene la
capacidad de hacer lo que le venga en gana, de inventarse un acta, de
amenazar o contestarte con malas palabras, que a él ni Dios le va a
decir nada, y encima va a cobrar por su actuación, cuando los chavales
tienen que pagar por jugar y encima ser chuleados por un colegiado como
el del pasado sábado
Todo esto es la MIERDA que me hizo pensar al final de
la temporada pasada dejar a un equipo de chavales juveniles fantásticos y
a los cuales algunos puedo considerar después de tantos años mis
amigos, esta MIERDA que envuelve el balonmano y que hace que vuelva a
"peques" para intentar no competir y centrarme más en el aprendizaje y
la evolución de los chavales.
Lo mejor de todo es que en pocos años este árbitro ascenderá y ya se
encargarán en alguna cancha de bajarle la chulería, o por lo menos eso
espero.
No quiero meter en todo el saco a los colegiados de Cantabria, hay
buenos, malos, gente que hace su labor con buena fé... a los cuales
felicito, pero hay algunos como el impresentable del pasado fin de
semana que lo único que puedo hacer es utilizar este espacio como forma
de reivindicación, ya que vuelvo a repetir que son ellos los que tienen
la sartén por el mango y quienes encima se lo llevan fresco.
Y sé que después de esta reflexión me van a "llover palos" en todos los
encuentros por parte de muchos árbitros, sobretodo de aquellos que no
son imparciales y que vienen con la predisposición de tocar las narices
porque pitan a Paco y Kaly. Así que recemos porque en las designaciones
nos manden a aquellos que hacen su labor con buena fé.
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